domingo, 17 de febrero de 2013

EL ORDEN CERRADO!


El orden cerrado: En la institución militar la formación de los miembros de la misma tiene un papel fundamental para poder llevar a cabo sus objetivos, y para lograrlos es necesario desarrollar en los sujetos que integran la institución un conjunto de valores y comportamientos tales como la obediencia, el respeto, la disciplina, el trabajo en equipo, la subordinación, la moral, por solo señalar algunos. Este conjunto de conductas y hábitos son relevantes ya que se persigue la formación de un individuo integral y que sea capaz de demostrar a través de su comportamiento y actitud que la institución castrense es una institución ordenada y apegada a la ley.


Para la Fuerza Armada Nacional y cada uno de sus componentes, así como para quienes se forman en la Instrucción premilitar es imprescindible que todo lo que de ella depende o le conforma funcione en perfecto estado y orden. Así que se les da mucha importancia a detalles como el saludo a los superiores por parte de los subalternos, la correcta marcha en desfiles militares, la sincronización en los movimientos de las unidades o comandos. Todo esto se concibe mediante el llamado Orden Cerrado definiéndose como tal:


El conjunto de movimientos simultáneos y ordenados que efectúan los individuos pertenecientes a la institución militar, y que tienen por objeto la adquisición de destrezas, habilidades y coordinación para responder al impulso del Comando y fomentar el trabajo en equipo.


De tal forma, el orden cerrado tiene un papel relevante en la formación del soldado o miembro de la milicia, ya que incide directamente en la enseñanza de valores y hábitos como la disciplina, el orden, el respeto, la subordinación y la obediencia.

El orden cerrado persigue unos objetivos básicos como lo son:

  Lograr el desplazamiento de los individuos que forman una unidad o comando, de un lugar u otro y en forma ordenada

  Inculcar y reforzar valores como la disciplina, así como la adquisición de hábitos incluyendo la precisión y la obediencia a las órdenes dadas por el superior.

   Enseñar a los oficiales y otros miembros en formación, la forma de comandar las tropas por medio del contacto y práctica cotidiana.

  Ampliar las conductas de liderazgo y subordinación de los integrantes del comando.


Marcos González

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